Hoy me levanté reflexionando una situación que debemos seguir de cerca por su seriedad y la cual es: la paulatina crisis que vive el leal oficio de atrapar fantasmas.
Recuerdo que de niño se hablaba de leyendas como el Dr. Peter Venkman y de como salvó alguna vez a la ciudad de Nueva York de un marinero gigante de malvavisco. Ó de cómo formó a un equipo dedicado a sanear Nueva York de cualquier ente de plasma, junto con su compañero el Dr. Ray Stanz. Sus proezas se comparan con lo hecho por dúos como el de Robin Hood y Little John ó Papa Pitufo y Pitufina.
En fin, ¿qué se puede esperar si la Academia de Cazafantasmas es sólo un montón de escombros hoy en día?, ¿qué haremos los mexicanos si el único en quién depositabamos nuestras esperanzas de no sufrir apariciones fantasmales por doquier, se encuentra preso debido a mal uso de documentos?.
Por Dios! señores policias, que no piensan en ¿quién cuidará a sus hijas de las manos peludas por las noches, si el Exmo. Dr. Carlos Trejo está preso?
Dejo la pregunta al aire, me despido pidiendo que al menos el único cazafantasmas de la Ciudad de México haya dejado alguien a cargo de tanta responsabilidad. Prendamos veladoras.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
y ahora? quién podrá ayudarnos???
Por eso en los kioskos de Pekin prohibieron la venta de toda publicación relacionada a los fantasmas. Por un lado, para que inocentes como tú no despierten cualquier mañana agobiados por el tema. Por otro lado las reflexiones son buenas y el estado no debería de evitarlas.
Publicar un comentario